domingo, 4 de abril de 2010

El Siglo XX - La Posguerra / Literatura Contemporánea

Camilo José Cela
Camilo José Cela (1916-2002) fue uno de los principales exponentes de la novela de la posguerra

Literatura española de la Posguerra

Los años comprendidos entre el final de la guerra (1939) y la muerte de Franco (1975) constituyeron una etapa de búsqueda en la que sucesivas generaciones de novelistas, poetas y dramaturgos configuraron un particular paisaje literario, caracterizado por la vacilación entre el esteticismo y la denuncia social.

La literatura de la posguerra

Camilo José Cela

Antonio Buero Vallejo

http://www.youtube.com/watch?v=mY5gSVmJxmM
http://www.youtube.com/watch?v=mY5gSVmJxmM

martes, 23 de marzo de 2010

El teatro social de posguerra (II). Teatro social y teatro poético

Dentro del pobre panorama teatral de la posguerra (ver t41), Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre marcan dos hitos históricos en el teatro social y político de esta época. Movidos por su instinto de rebelión, muestran su disconformidad con el sistema vigente a través de sus escritos. Son dos formas diferentes de entender la protesta: política, en el caso de Sastre; social, en el de Buero Vallejo. En el extremo contrario, pero también como muestra de rechazo hacia la sociedad contemporánea, autores como Alejandro Casona y Antonio Gala llenaron sus obras de poeticidad y simbolismo.

Antonio Buero Vallejo

Cuando Buero Vallejo estrena Historia de una escalera en 1949 nace un nuevo drama que, arraigado en la realidad inmediata, va en busca de la verdad y pretende remover la conciencia española.
El tema común que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral.
Su obra se clasifica en:
  • Teatro simbolista: En la ardiente oscuridad, La tejedora de sueños.
  • Teatro de crítica social: analiza la sociedad con todas sus injusticias, mentiras y violencias: Historia de una escalera, Hoy es fiesta (1956), Las cartas boca abajo (1957), La fundación (1964) y El tragaluz (1967).
  • Dramas históricos: en ellos, Buero utiliza la historia como «espejo» de situaciones del presente: Un soñador para un pueblo (1960), El concierto de San Ovidio (1962) y El sueño de la razón (1970).
Antonio Buero Vallejo, fotografiado por Alfonso (1957). (Estudio Museo Alfonso).

Alfonso Sastre

Para Sastre, el teatro debía ser un instrumento de agitación y transformación de la sociedad.
Escuadra hacia la muerte (1953) supone su consagración como dramaturgo. En ella, como en El pan de todos o La mordaza, Sastre escribe un teatro con tintes existencialistas. En otras obras (El cubo de basura,Tierra roja o Muerte en el barrio) se inclina por el realismo crítico de denuncia.
Los dramas de entre 1965 y 1972 están recogidos en Teatro penúltimo. Se caracterizan por una renovación en la puesta en escena y porque la acción se desarrolla en épocas anteriores. Debido a razones políticas, muchas de sus obras no se representaron. Las referencias directas o indirectas a la situación española le impidieron estar en cartel.

Alejandro Casona

Los rasgos poéticos y la expresión lírica están más o menos presentes en todas sus obras, que se pueden dividir en dos bloques: teatro fantástico y teatro pedagógico.
Teatro fantásticoPodemos llamar teatro fantástico a la creación de una atmósfera irreal y mágica a través del lenguaje poético, donde se analiza la relación entre realidad y fantasía, el misterio y los sueños.
El mundo de lo real y lo imaginario forma parte de La sirena varada (1933), Prohibido suicidarse en primavera (1937) y Los árboles mueren de pie (1937). El tema de los sueños aparece en La llave del desván y Siete gritos en el mar.
También pertenecen al teatro fantástico Otra vez el diablo y La barca sin pescador.

Antonio Gala

Los temas recurrentes en la obra de Gala son la frustración y la soledad.
Gala manifiesta una simbología compleja, no tanto por su significado como por su vaguedad e inconcreción.
Su primera obra es Los campos del Edén (1963), premio Calderón de la Barca. Otras obras importantes son: El sol del hormiguero (1966), fábula político-social; Noviembre y un poco de yerba (1967), que recoge el drama de la Guerra Civil; El caracol en el espejo (1970), donde analiza el sentimiento de frustración; Los buenos días perdidos (1972); y Anillos para una dama (1973), drama histórico en el que recrea la vida de doña Jimena, una vez muerto el Cid.
Teatro pedagógico
En estas obras Casona intenta comunicar determinadas ideas de índole pedagógica. Así, Nuestra Natacha (1935) es un cántico al amor y a la comprensión como método de enseñanza para los jóvenes conflictivos. La tercera palabra (1953) trata de la educación de un hombre criado en la naturaleza.
Escenografía de Francisco Nieva para Los buenos días perdidos, de Antonio Gala. (Museo Nacional del Teatro, Almagro. Ministerio de Educación y Cultura).

Antonio Buero Vallejo

Antonio Buero Vallejo (1916), cursó estudios de pintura en Madrid (1934- 1936). En la guerra, su padre fue fusilado y él es condenado a muerte por ser soldado de la República. En 1946 se le conmuta la pena y queda en libertad provisional. En 1971 ingresa en la Real Academia Española, y en 1986 se le concede el premio Cervantes.
La mayoría presentan alguna tara física o psíquica. Aparecen siempre bien delimitados y no se reducen a simples esquemas o símbolos. Son caracteres complejos que experimentan un proceso de transformación a lo largo de la obra. En los dramas de Buero se puede distinguir entre personajes activos y pasivos.
 

Alfonso Sastre

Alfonso Sastre (Madrid, 1926), funda en 1945 Arte Nuevo, grupo cuya intención es renovar el teatro español. Después fundó otros grupos como La Vaca Flaca, Grupo de Teatro Realista y, en 1977,Teatro Unitario de la Revolución Socialista, con claro compromiso revolucionario activo.
 

Alejandro Casona

El nombre verdadero de Alejandro Casona (1903- 1965) era Alejandro Rodríguez Álvarez.Trabaja como maestro en el valle de Arán (Lérida) y en Madrid, donde dirige el Teatro Ambulante o Teatro del Pueblo (1931). Al estallar la Guerra Civil huye a Francia y poco después a Buenos Aires, donde fija su residencia hasta su regreso a España en 1962.
 

Antonio Gala

Antonio Gala nace en Córdoba en 1936. Licenciado en Derecho, Filosofía y Letras y Ciencias Políticas y Económicas, desde 1963 se dedica por entero a la literatura. Ha cultivado todos los géneros: la poesía (Enemigo íntimo, Sonetos a Zubia), la novela (El manuscrito carmesí, La pasión turca), el guión televisivo y el periodismo (Charlas con Troylo, etc.), además del teatro.

domingo, 14 de marzo de 2010

literatura posguerra

La lírica

En poesía, en 1936 (centenario de Gracilaso de la Vega) renace el interés por su producción y se lo toma como modelo en la corriente del “garcilasismo”: se recuperan las formas clásicas, como el soneto, mientras que se apela a temáticas propias del fascismo. Pero en 1944, con la publicación de Hijos de la ira, de Dámaso Alonso, y en revistas tales como Espadaña o Proel, comienza una reacción antigarcilasisista, caracterizada por la ruptura con las formas, la duda y el dolor, y el diálogo con un Dios conflictivo.

En los años 50 se da un auge de la poesía social, realista con un sesgo de izquierda. Exponentes de la misma son Gabriel Celaya, José Hierro y Ángel González. Se los conoce como la Generación del 50, son poetas que se consideran a sí mismos “hijos de la Guerra Civil”.Desde los años 80 en adelante, los poetas españoles tratan de apartarse de las escuelas tradicionales y quedar al margen de las mismas.

La narrativa

Las novelas que se publican durante la dictadura de Franco (desde 1939 hasta 1975), son escasas. El empobrecimiento cultural se hace sentir en las dificultades para publicar, producto de la represión y la censura, y los costos del exilio político. Hay novelas panfletarias y testimoniales. También una corriente conocida como “estetizante”, en la que cabe ubicar a autores como Zunzunegui, Wenceslao Fernández Flores y Alfonso Albalá. En los años 40, obras como La familia de Pascual Duarte de Cela, Javier Mariño de Gonzalo Torrente Ballester, o Nada de Carmen Laforet marcan el encuentro de la novela de posguerra con la realidad cotidiana.La década del 60 marcará una cierta clausura de la posguerra, dando lugar a una mayor experimentación narrativa.

El teatro

El teatro de posguerra se caracteriza por la temática sobre angustias existenciales e inquietudes sociales. Dos figuras fundamentales son Antonio Buero Vallejo y Alfonso Sastre, bajo cuya sombra surgirá más adelante el movimiento conocido como la Generación realista (Olmo, Recuerda): estos autores procuran lograr un teatro comprometido y testimonial. Hacia los años 60, comienza a desarrollarse un teatro experimental y vanguardista, cuyos principales exponentes son Fernando Arrabal, Miguel Romero Esteo y Francisco Nieva.